Porque renuncio a todo menos a..

Se dice que Buenaventura Durruti dijo esta frase, y durante muchos años los comunistas concluían la misma con: "a la victoria". Creo que mas allá que sea una frase manipulada, la podemos rescatar diciendo:
Renuncio a todo menos a la revolución
De seguro de haber dicho esa frase Durruti la habría terminado así.
Y vosotros a que estaríais dispuestos a renunciar a cambio de un mundo mejor?

Nos cuidan como si fuéramos su propios hijos

Gracias Pepe

Gracias Salvador

La historia de las cosas

viernes, 11 de julio de 2008

Es que cuando uno puede ganar mas, tiene la obligación de exigir mas, a toda costa!!!

Algunos no tienen cara, la gente con necesidades, ellos con ganancas enormes y exigiendo mas...
Que vergüenza.

Y los medios de comunicación internacionales haciendo eco de esos reclamos injustos.

“No es sustentable”

El responsable del organismo técnico explicó en el Senado la urgencia de aplicar retenciones para frenar la sojización y sus consecuencias, como la degradación de suelos.

Sebastian Premici

Las retenciones funcionan como un ancla para el desembolso más importante de los productores agropecuarios: el arrendamiento de la tierra. Así lo indicó el ingeniero agrónomo Carlos Alberto Cheppi, presidente del Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA), en su exposición en el Senado. “Hay que terminar con la doble renta”, apuntó Cheppi en referencia a los abultados montos que se pagan por el uso de la tierra y la ganancia que pretenden obtener quienes la trabajan. A su vez advirtió que la actual forma de explotación no es sustentable porque ni los terratenientes ni los arrendatarios piensan más allá de la renta de corto plazo.

Dependiendo de la zona, el alquiler de las tierras llegó a aumentar hasta un 50 por ciento desde la última campaña. “El propietario quiere cobrar 600 dólares y el que trabaja la tierra quiere ganar 300 dólares por hectárea; estamos hablando de 900 dólares de renta”, calculó Cheppi y enfatizó que sin las retenciones, no existirían limitaciones para que un terrateniente reclame más de 800 dólares en concepto de renta. “Es una gran mentira decir que con esta ley van a desaparecer los pequeños productores. Acá nadie está perdiendo plata, la rentabilidad es muy buena”, enfatizó.

Hoy el alquiler de los campos representa entre el 36 y el 40 por ciento del total de las erogaciones de un productor. “¿Ustedes creen que el propietario se va a conformar con 600 dólares (por hectárea)?”, preguntó Cheppi a los senadores. Para el economista del Cenda y especialista en temas agropecuarios, Javier Rodríguez, “las retenciones sirven como una herramienta para disminuir los alquileres, ya que al bajar los ingresos totales netos limitan el alquiler máximo que se puede cobrar”.

El presidente del INTA advirtió a los senadores que el actual modo de explotación de las 97 millones de hectáreas del país no es sustentable y señaló que “la siembra directa, que se está llevando materia orgánica y nutrientes, no resuelve ningún problema si no se aplica la rotación de cultivos”. El funcionario puso el ejemplo de Casilda, Santa Fe, y un millón de hectáreas a su alrededor, donde el 65 por ciento del territorio no se fertiliza. De ese total, en el 80 por ciento se planta soja sobre soja. A su vez, remarcó el riesgo de agotamiento de la tierra por la falta de fertilización adecuada. Este insumo representa un 20 por ciento de los costos totales de un productor agropecuario. “A los valores de la siembra anterior, fertilizar costaría alrededor de 300 dólares. Entonces, en lugar de resignar renta, prefieren tener menos costos, aunque la tierra pierda un poco de rinde y no utilizar fertilizantes”, apuntó.

En este sentido, disminuir las retenciones tampoco serviría para incentivar el uso de fertilizantes porque eso también impulsaría un aumento en la renta de la tierra que reclamarían los propietarios a los productores agrícolas. Mientras que el arrendamiento de tierras no supera el 30 por ciento del total en la mayoría de los países, en la Argentina alcanza el 60 por ciento. “El Estado debe intervenir fuertemente en este proceso, y no sé si la Ley de Arrendamientos alcanza como instrumento para resolver el problema, hay mucha política agropecuaria para hacer”, planteó.

La nueva Ley de Arrendamientos y Aparcerías Rurales, que cuenta con el apoyo de Federación Agraria, será tratada el próximo martes en Diputados.

El proyecto busca facilitar y estimular el acceso a la tierra a pequeños y medianos productores y restringir el desembarco de capitales especulativos.

Durante los 122 días de conflicto sobraron los ejemplos televisivos de pequeños productores “de tan sólo 100 hectáreas”, pero el titular del INTA aclaró: “Cuando hablamos de pequeños productores nos referimos a pequeños, porque hay un poco de confusión sobre qué es un pequeño productor”. Cheppi explicó que se trata de aquellos productores del NOA y el NEA que tienen una, tres, cinco hectáreas, 10 o 15 hectáreas promedio en Misiones y también en la región pampeana.

http://www.pagina12.com.ar/diario/economia/2-107642-2008-07-11.html

EXPOSICION DEL SECRETARIO DE COMERCIO SOBRE COSTOS DE LA SOJA E INFLACION

Moreno midió la súper renta

Según cifras de Moreno, no hay zona en la que el productor pierda con la soja. Márgenes de hasta 190 dólares por hectárea.

Por Sebastián Premici

El secretario de Comercio Interior, Guillermo Moreno, participó ayer de las jornadas de debate en la Cámara alta, donde explicitó la estructura de costos de la soja para diferentes zonas del país. Para el secretario, los costos de trabajar un campo de soja a través de la siembra directa son en promedio de 153 dólares por hectárea (incluido insumos e impuestos) y el precio interno (precio FAS) que recibe un productor sería de 220 dólares por tonelada. Su explicación contrastó con los datos esbozados anteayer por representantes de Acrea, quienes aseguraron que los productores “prácticamente tienen pérdidas”. Además de la estructura de costos, Moreno habló de la inflación, defendió el esquema de la resolución 125 (con media sanción de Diputados) y aprovechó para responderle a los economistas Javier González Fraga y Alieto Guadagni, que un día antes habían cuestionado el sistema de retenciones móviles.

Moreno realizó ante los senadores un análisis de la estructura de costos para la producción de la soja, power point mediante. El secretario de Comercio elaboró el informe tomando como base datos de la Secretaría de Agricultura y revistas especializadas. Antes de que le dijeran algo, Moreno aclaró: “Si hubiésemos usado sólo fuentes oficiales, habríamos generado algunas suspicacias. Por esto también utilizamos revistas que hacen al estado del arte. Pero el único que tiene fuentes oficiales, incluidas la de la inflación, es el Estado”. Paso seguido, avanzó sobre la estructura de costos de la soja.

El informe indica que para la zona comprendida por el norte de Buenos Aires y el sur de Santa Fe (zona 1), el costo directo de la siembra de oleaginosa es de 197,6 dólares por hectárea. Mientras que en Entre Ríos (zona 2), el costo es de 186,4 dólares. Mientras que el ingreso neto para la zona 1 –descontado los gastos de comercialización– alcanzaría los 258,1 dólares por hectárea (precio interno, FAS) el ingreso neto de la zona 2 sería de 255,5 dólares.

Moreno también avanzó sobre los valores por hectárea. Un productor de la zona 1 obtiene por trabajar una hectárea 867,7 dólares. Descontando los costos directos (197,6 dólares), los gastos de la cosecha (52,1) y el arrendamiento (397,9 dólares), el margen para el operador sería de 220,1 dólares por hectárea. En Entre Ríos, el margen para el operador sería de 189,5 dólares.

“¿Qué pasa con las compensaciones?”, se preguntó Moreno y pasó a la siguiente filmina, al mejor estilo Alberto Fernández, jefe de Gabinete, en conferencia de prensa. Para la zona 1, el precio FAS para un productor que cosecha menos de 300 toneladas, la compensación que recibiría es de 119,3 dólares, con un ingreso neto de 377,4 dólares la tonelada. Y para la zona 2, según Moreno, las compensaciones serían iguales que la zona 1, mientras que el pre

cio neto para el productor rondaría los 370 dólares por hectárea.

Durante toda su exposición, Moreno le habló directamente al senador Gerardo Morales, titular del Comité de la UCR, con quien había tenido un entrecruce de palabras no bien iniciada la sesión. El radical solicitó a las autoridades de las comisiones de Agricultura y Presupuesto echar del recinto a uno de los colaboradores de Moreno, Hernán Brahim (ver aparte).

Con gestualidad de catedrático, Moreno también explicó cómo atacaron la inflación tanto el ex presidente Néstor Kirchner como la actual administración de Cristina Fernández, sin olvidarse de castigar a Javier González Fraga por su intervención en el Banco Central durante el menemismo y de Alieto Guadagni, por señalarlo como responsable del desguace de la Secretaría de Comercio durante el gobierno duhaldista. Y defendió las cifras del Indec. “La única inflación es la oficial, los demás son presunciones”, respondió ante miradas suspicaces de la oposición.

El secretario aseguró que a lo largo de la historia argentina las causas de la inflación fueron el déficit fiscal, las dificultades con el sector externo y la puja entre los precios y los salarios. “Solucionados estos problemas”, según Moreno, el actual problema del país por el cual habría inflación tendría que ver con “el aumento exponencial de los productos que exporta Argentina”.

“¿Entonces, podemos hacer un desacople para diferenciar los precios internos de los externos? Sí, y eso se hace con retenciones”, se autopreguntó Moreno y continuó. “Si Argentina exporta el 90 por ciento de su producción de soja, las retenciones para este cultivo deberían ser excesivamente altas. Y con las compensaciones, las señales de precios internacionales vuelven a los productores”, argumentó Moreno.

Créanse o no, éstos fueron los datos que expuso el polémico secretario de Comercio. A la hora de las preguntas de los senadores, nadie cuestionó sus cifras ni fuentes de información. O los legisladores ya no confían en su palabra y no lo escuchan –¿una de las posibles explicaciones por las que no lo cuestionaron?– o no contaban en ese momento con otros datos para rebatir sus supuestos. Al igual que la votación en el Senado de la semana que viene, la respuesta es incierta.

http://www.pagina12.com.ar/diario/economia/2-107640-2008-07-11.html



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